sábado, 16 de abril de 2011

Sueño e insomnio

Esta semana por alguna razón no he podido dormir a hora decente, me duermo en promedio a las 2:30 a.m. , cosa que había corregido ya y solo había destinado los fines de semana para mi vicio preferido: desvelarme.

Me encanta desvelarme, no fumo ni tomo así que ese lo considero mi vicio más grave y el más peligroso para mi salud.

Disfruto el no dormir , el no dormir mientras todos lo hacen, el ver la calma contraria a lo que hay en el día, la actividad nula y el sonido inexistente. Generalmente mis aventuras más allá de la noche - la mayoría-son patrocinadas por cosas que traigo en la cabeza y no me las he podido quitar.

Invito a el insomnio a entrar, a veces con forma de mascota, a veces forma de persona o de un mounstruo adorable, una de las desventajas de trasquiversar mi horario por este pequeño placer es que hay un punto de la noche que las canciones empiezan a pegar y los sentimientos a surgir, convirtiéndome en el ser más vulnerable presa de todas las emociones.

Y es que aunque ataca el sueño resulta casi imposible vencer a su oponente, pues su oponente me quiere mostrar cosas mientras tengo los ojos abiertos aunque los párpados me estén pesando, pero el sueño me tienta ver con los ojos cerrados a un mundo que solo tengo acceso por ese medio.

¿Por qué me es tan difícil poner de acuerdo a dos cosas tan unidas?
Supongo que son como el amor y el odio siempre juntos.

Este es el 4° día que no puedo lidiar con el sueño ni el insomnio, pero al menos hoy pude escribir algo decente...

Son 2:33 de la mañana y aunque tengo sueño, no puedo dormir.







1 comentario:

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*Tiiiiiiiiiiiii*